A cargo del Pastor Karpatofstenes y sus pésimas palabras.
Hijos, hijas e hijes, hermanas, hermanos y hermanes: estamos hoy reunidos por videconferencia para parabolear un toke, ya que es domingo y los domingos ¡qué otra cosa mejor se puede hacer en esta época de postpandemia!
Estoy en el púlpito, solito, pero siento vuestros corazones latir, y sus procesadores crujir… así es la familia… amén… Se escuchan aplausos, gritos, risas, está claro, por algo somos familia, comunidad, santidad…etc.

Porque vivimos todes juntes en familia, amén, oremos, aleluya, Gloria Stefan, ¿pero qué sucede con aquellos incrédulos que alguna vez se han ido? Tha’s the question.
Quizás alguien se mudó, trabajó en un burguer king o practicó boxeo en un barrio lejano, conoció a Jiro Taniguchi, se enmangó y arremangó para llevar arte a las pantallas o se emborrachó a más no poder durante dos años. ¡¡Peroooo luego regresó a casa! aleluuuya gloria ¡alelueuia abuela!.
Porque llega un día en que todo llega y eso que era ya no es, es más, en esta era, es otra cosa, todo muta, cambia, el viento, el corte de pelo, el paisaje, todo evoluciona, todo menos el hijo zángano, ese que retoña como en un presente pluscuamperfecto, un Sábado Con Todos, un Plácido Domingo… ( Como un barco pirata que se quedó sin isla y sin tesoros… sin velas…sin timón)…. hasta que de pronto arriban a la costa erosionada de su mente, por una terrible e inoportuna tormenta tropical, los ravioles de la vieja…. ¡¡¡Y qué lindo, no!!? El tuco, el vino tinto… todas las elucubraciones compartidas en la mesa familiera.

Aleleuya….. Y así lo recibimos, y nos postergamos ante la evidencia… ¿botarate? Sí, pero muy querido.
Por eso, juntes elevamos el Cabernbet Sauvignon de la Esperanxa y recalcitramos juntes en alevosía mutua, toda esta adorancia. Y luego bam!… nos embebemos de dicha. El hijo zángano, nuevamente entre nosotres… el inútil, el bueno para nada… la oveja negra … aleluya.

Reposamos, entonces, cabistivos, nuestra hermandad familonga, aleluyera, que pinta siempre en la sobremesa. Nada más lindo e rimbombante que las discusiones de sobremesa entre parientes lejanos y cercanos, porque no importa de dónde venimos ni hacia dónde vamos. Lo importante es la pelota y el asado del domingo, o, en su defecto, los ravioli.
¿Por qué, acaso, no íbamos a perdonar nosotres?… simples pescadores, cazadores nómades, espectadores virtuales.
Desde el Neandertalismo hace que plantamos la semilla y le dimosluego a Don Zoilo el arado. Nos hicimos sedentarios y nació el capitalismo. Pero no murió el amor, porque el amor nunca muere. Aunque le demos de a palos. Antídoto de la oscuridad, el amor, está en todas partes, excepto cuando hay mucha luz, por ejemplo, al mediodía… aleeeeeeluya.
Concatenemos ahora unas palabras de despedida. Sanemos de vicisitudes tus salpicones y mis vuestros.
Pregonemos pulcritud, puntualidad, trabajo y jocosa algarabía, para la litúrgica postpandémica.
Se hace carne en nosotros y aleluya, ya es la hora de la redención y el cafecito… aaaaaaDios.

Pastor Karpatofstenes. Exclusive de MOndiwebeoDominical